La crisis del 29
La Gran Depresión (1929-1939) fue la crisis económica más grave y prolongada del mundo industrializado occidental, causando cambios profundos en instituciones, políticas y teoría económica. Comenzó en EE.UU. como una recesión en verano de 1929, pero se agravó drásticamente tras el crack bursátil de octubre de 1929 (Jueves Negro), convirtiéndose en una depresión global hasta 1939.
Impacto y Gravedad:
En EE.UU.: Fue el país más afectado. La producción industrial cayó un 47%, el PIB real un 30%, los precios mayoristas un 33% (deflación severa) y el desempleo superó el 20%. El sufrimiento social fue extremo.
Globalmente: Afectó a casi todos los países, pero con variaciones. Fue muy severa en EE.UU. y Europa, más leve en Japón y Latinoamérica (aunque países como Argentina y Brasil tuvieron recesiones tempranas). La producción industrial y los precios cayeron bruscamente en casi todas las naciones industrializadas, y los precios de las materias primas se desplomaron, dañando a los países productores.
Causas Principales:
Caída de la Demanda Agregada en EE.UU.: Una combinación de factores:
Crack Bursátil de 1929: Destruyó riqueza (aunque limitada) y, sobre todo, minó la confianza de consumidores y empresas, llevando a una drástica reducción del gasto en bienes duraderos e inversión. La caída de la bolsa se debió a la especulación financiera. La especulación en la bolsa de valores se convirtió en una práctica común, con personas invirtiendo grandes sumas de dinero en acciones con la esperanza de obtener ganancias rápidas. Esto llevó a la creación de una burbuja especulativa, donde los precios de las acciones se inflaron artificialmente.
Pánicos Bancarios (1930-1933): Cuatro oleadas de pánico llevaron a la quiebra a una quinta parte de los bancos estadounidenses. La Reserva Federal (Fed) no intervino efectivamente para contenerlos.
Contracción Monetaria: Los pánicos y las decisiones de la Fed (especialmente tras la muerte de su líder Benjamin Strong en 1928 y su reacción al abandono británico del patrón oro en 1931) provocaron una caída del 31% en la oferta monetaria entre 1929 y 1933. Esto generó expectativas de deflación, desalentando aún más el gasto y el crédito.
Políticas Previas: La política monetaria restrictiva de la Fed en 1928-1929 para frenar la especulación bursátil ya había enfriado sectores como la construcción y los automóviles. El exceso de oferta de viviendas también contribuyó.
Sobreproducción: Durante los años 20, Estados Unidos experimentó un auge económico, lo que llevó a un aumento significativo de la producción industrial y agrícola. Sin embargo, la demanda no pudo seguir el ritmo de la oferta, lo que resultó en un exceso de bienes y una caída de los precios.
Transmisión Global: El Patrón Oro: Este sistema de tipos de cambio fijos basado en oro fue clave para propagar la crisis:
La deflación en EE.UU. hizo sus productos más baratos, generando superávit comercial y salidas de oro desde otros países.
Para defender sus monedas y el patrón oro, los bancos centrales de todo el mundo se vieron forzados a subir tasas de interés y contraer la oferta monetaria, replicando la recesión estadounidense a nivel global.
El patrón oro también limitó la capacidad de la Fed para expandir la oferta monetaria tempranamente por temor a perder reservas de oro.
Otros Factores: Reducción de préstamos internacionales (especialmente a Alemania y Latinoamérica), inestabilidad financiera en Europa (ej. quiebra del Creditanstalt en Austria en 1931) y políticas proteccionistas (como el arancel Smoot-Hawley en EE.UU.), que aunque no causaron la Depresión en los grandes industriales, dañaron el comercio mundial y los precios de las materias primas.
Recuperación:
Motor Principal: Abandono del Patrón Oro y Expansión Monetaria: Los países que abandonaron antes el patrón oro (o devaluaron fuertemente) se recuperaron más rápido (ej. Gran Bretaña en 1931, Argentina/Brasil en 1929/30). Esto les permitió expandir su oferta monetaria sin restricciones del oro.
En EE.UU.: La recuperación comenzó en primavera de 1933, coincidiendo con la devaluación del dólar y una expansión monetaria masiva (42% entre 1933-1937) impulsada por entradas de oro. Esto bajó tasas de interés, facilitó el crédito y cambió las expectativas de deflación a inflación, estimulando el gasto en bienes sensibles a intereses. Sin embargo, una recesión en 1937-38 (causada por aumentos de impuestos, problemas laborales y, sobre todo, una nueva contracción monetaria por la Fed) retrasó la recuperación completa hasta 1942.
Papel del New Deal y la Política Fiscal: Los programas del New Deal (WPA, TVA) tuvieron un impacto expansivo directo limitado debido al pequeño tamaño del déficit federal neto. Algunos programas, como la NRA (códigos anticompetitivos) y la AAA (restricción agrícola), pueden incluso haber obstaculizado la recuperación al distorsionar precios y salarios. La política fiscal expansiva jugó un papel más claro en la recuperación de Alemania y Japón (gasto militar y obras públicas).
Segunda Guerra Mundial: Jugó un papel modesto en iniciar la recuperación de EE.UU. (el PIB ya superaba los niveles de 1929 en 1939), pero sí ayudó a completar el regreso al pleno empleo a partir de 1941 mediante enorme gasto militar, expansión monetaria y reclutamiento.
Conclusión: La Gran Depresión fue causada por una caída catastrófica de la demanda agregada en EE.UU., amplificada por pánicos bancarios y una contracción monetaria grave, y transmitida globalmente por el rígido sistema del patrón oro. La recuperación llegó principalmente con el abandono de ese sistema y la consiguiente capacidad para implementar políticas monetarias expansivas. Sus efectos económicos, sociales y políticos fueron profundos y duraderos.
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Fuente: https://www.britannica.com/event/Great-Depression
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Saber más:
El impacto de la Crisis del 29 en Uruguay: https://contenidoseducativosdigitales.edu.uy/files/la-crisis-de-1929-y-sus-efectos-en-uruguay.pdf
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